martes, 20 de septiembre de 2016

Reseña: Oscar Wilde y una muerte sin importancia - Gyles Brandreth


-Los misterios de Oscar Wilde

  1. Oscar Wilde y una muerte sin importancia (2007)
  2. Oscar Wilde y el club de la muerte (2008)
  3. Oscar Wilde y la sonrisa del muerto (2009)
  4. Oscar Wilde and the nest of vipers (2010)
  5. Oscar Wilde and the Vatican murders (2011)
  6. Oscar Wilde and the murders at Reading Gaol (2012)
-Editorial Urano
-Traducción: Alejandro Palomas
-ISBN: 9788492801282
-380 páginas

Como ocurría con los casos del fiscal Szacki (dejó el link aquí) en Argentina sólo se consigue el segundo libro de esta saga. Afortunadamente me consiguieron una edición de bolsillo del primero y puedo decir que las sensaciones no son nada buenas.

Gyles Brandreth toma la figura de Oscar Wilde y, partiendo de ciertas peculiaridades de este famoso personaje, lo convierte en una suerte de detective, heredero de Sherlock Holmes. El misterio en esta primera novela gira en torno al homicidio de Billy Wood, un bello modelo adolescente, cuyo cuerpo es encontrado por nuestro protagonista en una habitación oscura. 

Las referencias a la obra de Conan Doyle son continuas y están esparcidas por toda la obra. El recurso termina por cansar y la comparación entre obras deja en evidencia las falencias de esta propuesta. El autor sostiene su relato en las formas propias de la detectivesca y del relato de misterio clásico, disfrazando de homenaje lo limitado de su repertorio narrativo.

El narrador de la historia es Robert Sherard, escritor y periodista cuya relación de amistad con Oscar Wilde lo llevó a convertirse en su primer biógrafo. Al igual que Watson, Sherard acompaña a Wilde durante toda la novela y nos presenta una reconstrucción de los hechos a partir de su diario personal.

Oscar Wilde es descrito como un personaje complejo, misterioso, ambiguo. El narrador sólo está para justificar la controversial vida del escritor a partir de su amistad, mostrándonos un versión completamente idealizada de la persona. Cada acción o actitud tiene en algún momento una explicación que lo devuelve a su pedestal. Ademas, en ningún momento se pone en duda su accionar directamente. Dedica páginas y páginas a describir momentos intrascendentes que no hacen más que alargar una historia que termina por resolverse de forma abrupta y que cierra en un epilogo de lo más incoherente muchas de las preguntas formuladas en el primer acto (que es sin duda lo mejor de la obra).

Todo el misterio queda opacado por un personaje cuya historia se busca revindicar, y por un narrador ciego que esta mas interesado en alabar a su amigo, que en lo que ocurre a su alrededor.

A través de la ambigüedad con que se tiñe a todos los personajes el autor busca, por un lado, darles profundidad, y por el otro, despistar; pero termina confundiendo desarrollo con justificaciones dramáticas, y el despiste aparece como efecto colateral de un sinfín de descripciones intrascendentes y de momentos que aletargan la narración. Los cambios bruscos de personalidad que sufren todos y cada uno de los personajes solo restan coherencia a un relato que en el segundo acto se termina hundiendo. En su afán por homenajear a las historias clásicas de detectives, termina traicionándose y presentando una trama cuya complejidad esta dada por las vueltas innecesarias que da la historia.

La aparición de Arthur Conan Doyle (quien realmente tuvo una amistad con Wilde) es un recurso que no suma, y que solo sirve para justificar determinados procesos mentales de nuestro protagonista. Conan Doyle personaje en cada aparición se presenta como alguien diferente, funcional a las necesidades del autor y termina por ser risueña su colaboración en la resolución del caso (mejor ni hablemos de como se describe su amistad). Me parece mucho más interesante la propuesta de Julian Barnes en "Arthuir & George" (2005), quien en un ejercicio similar pone al autor en el rol de investigador, obteniendo un libro infinitamente superior al que nos compete.

En definitiva, este libro falla completamente en la ejecución de una idea que podía abrir el juego en muchísimas direcciones. Brandreth optó por lo seguro y desarrolló una defensa de Oscar Wilde a partir de la visión idealizada y romántica que tiene de este. No es un desastre, pero como novela de misterio no me termino de convencer.

1,5/5  




No hay comentarios:

Publicar un comentario