jueves, 29 de septiembre de 2016

Reseña: Las chicas - Emma Cline


-Editorial Anagrama
-Traducción: Inga Pellisa
-ISBN: 9788433979582
-339 páginas

EL DEBUT MAS SALVAJE, MAGNÉTICO Y PERTURBADOR EN MUCHOS AÑOS

Esto es lo que se lee en la faja azul que contrasta con las ya clásicas tapas amarillas de Anagrama. Enseguida pensé en la cantidad de veces que leí cosas parecidas en novelas (que termine comprando) con temáticas interesantes que resultaron bodrios infumables (La chica del tren). Primero te engancho, y como esto de los libros es un negocio como cualquier otro, se necesitan estrategias para atrapar a todos los compradores posibles y después encajarles la basura de turno. Algunas veces se exageran los elogios (esta semana "La chica del tren" llego al millón de ejemplares vendidos en español) y esto ya predispone a la cautela ante cada fenómeno editorial. Más aún teniendo en cuenta que en esta ocasión los elogios maravillosos son para una primera novela de una escritora joven.

Los elogios (por suerte) no venían de "Lectores en Amazon o en Goodreads", sino que, por el contrario, provenían de autores respetados, y en las redes todo el mundo hablaba maravillas. Anagrama, visto el éxito que obtuvo en Estados Unidos, apostó por arriesgarse y editar "Las chicas".

La autora, en un ejercicio creativo inteligente, adapta y reinterpreta uno de los hechos criminales más impactantes de la historia, tomando como eje principal de la narración a Evie Boyd, una adolescente de 14 años que a finales de los ´60 entra en contacto con un grupo de chicas ("Las Chicas") que viven en un rancho bajo el ala de Russell, un enigmático y atrayente músico. La imagen de Charles Manson sobrevuela el relato y la aproximación a los crímenes puede ser un gancho más que atractivo, pero vale aclarar que las cosas van por otro lado. Emma Cline propone en su primer novela una coming-of-age story (novela de aprendizaje básicamente) impresionante.



Cline encuentra ya en los primeros compases una voz clara y personal para Evie Boyd. Tenemos una Evie mayor que en la actualidad carga con una cierta culpa que en las primeras paginas queda descrita con sutileza, pero con mucha fuerza. A partir de ahí realizamos un viaje introspectivo hacia los hechos que marcaron el camino de su versión joven hacia la granja.

Sorprende la construcción meticulosa de la vida de esta joven. La autora se detiene a contar una enorme cantidad de momentos que pueden parecer intrascendentes, pero que van repercutiendo en la vida de la joven y que, eventualmente, son los que la llevan a buscar en el particular grupo de chicas la contención que necesita.

Las descripciones de Cline confieren a la obra una atmósfera única, asfixiante por momentos, pero siempre precisa y palpable. Es una novela de sensaciones, que se toma el tiempo necesario para construir ese mundo ajeno pero tan atrayente, que obliga a nuestra protagonista a adaptarse a él y crecer. Impresionante es el primer "encuentro" entre Evie y Russell y a lo que la somete con tal de conseguir su objetivo.

Con un soberbio manejo de recursos se resuelve el momento esperado del relato. Por momentos toma elementos de la crónica policial para describir el crimen y presta la narración a un juego entre lo que Evie supone que pasó y lo que ocurrió realmente. Describe el tratamiento que los medios de comunicación le dieron la caso, revisita hechos ocurridos durante los juicios, al tiempo que narra lo que pasó entre el crimen y la captura. Es una novela de sensaciones, y lo que sintió la joven Evie es interpelado por lo que sabe la Evie adulta.

En mas de una ocasión me dio la sensación de que había mas de un punto en común con "La chica de al lado" de Jack Ketchum. La idea de ver ese mundo violento e inestable a través de los ojos de un niño esta muy bien aprovechada y en ningún momento cae en lugares comunes.

"Las chicas" de Emma Cline es un debut potente que demuestra que escribir bien no es una cuestión de edad. Realmente me fascinó y sorprendió por igual. Muy recomendable.

4/5

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