lunes, 5 de septiembre de 2016

Reseña: La mitad de la verdad - Zygmunt Miloszewski

-Casos del fiscal Szacki
  1. El caso Telak (2007)
  2. La mitad de la verdad (2011)
  3. Rage (2016, sin fecha en español)
-Editorial Alfaguara
-Traducción: Francisco Javier Villaverde González
-ISBN: 9789877382426
-455 páginas 

Por esas cosas inexplicables que suceden a veces, Alfaguara decidió publicar por primera vez en Argentina la obra del polaco Zygmunt Miloszewski empezando por el segundo libro que compone la (por el momento) trilogía que tiene como protagonista al fiscal Teodor Szacki. En España, por suerte, la misma editorial editó el primer libro y tiene en vistas la publicación del tercero. 

Este personaje ha alcanzado gran éxito en Europa, siendo su autor galardonado con el Nagroda Wielkiego Kalibru 2008 por "El caso Telak" (premio a la mejor novela negra). Estas historias, además, han sido llevadas al cine.

La historia sigue al fiscal Szacki, quien luego de separarse, decide dejar Varsovia y continuar su carrera en Sandomierz, una pequeña y pintoresca ciudad. Sus días de aparente placidez se verán interrumpidos por un nuevo caso de asesinato: el cuerpo de una mujer desangrada de acuerdo con los ritos judíos ha sido hallado delante de la sinagoga. Frente a un aumento de antisemitismo, Szacki tendrá que ahondar en un pasado con ecos dolorosos par encontrar la verdad de una historia que despierta demasiadas pasiones. 

Afortunadamente, esta novela puede leerse de forma independiente. Si bien se continua con la historia personal del fiscal donde quedo en la primera parte, los hechos acontecidos anteriormente son explicados sin develar nada de la trama policial, y permiten que el relato fluya sin problemas.  

El mayor atractivo de la novela es el personaje principal, un fiscal famoso por su astucia y su fe en las leyes cuya vida privada es un desastre. Szacki se nos presenta como un tipo astuto e irónico pero fuera de lugar. Su perspectiva de extranjero en un entorno nuevo es fundamental en el devenir de los hechos y plantea un interesante juego. Esto lleva a que esté constantemente planteándose hacia donde va su vida y qué hace ahí. Una suerte de crisis de los 40 lo aqueja, y su reciente divorcio y consecuente alejamiento de su hija lo ponen mas de una vez en jaque. Además el autor hace hincapié en las relaciones que el fiscal mantiene con diversas mujeres y como afectan su día a día en la ciudad.

El otro gran acierto por parte de Miloszewski es el haber dado a Sandomierz y a su dinámica social un papel predominante. La ciudad es una entidad que adquiere fuerza a medida que nos adentramos en ella junto con el protagonista. La sensación de que todo esta mal es constante y la ciudad y sus habitantes sin rostro se convierten en un personaje más. 

El autor aprovecha la trama policial para hablar de las consecuencias que sobrevinieron en la sociedad polaca luego de la Segunda Guerra Mundial. Refleja las diferentes posturas entre las que se resguardaron (antisemitismo, nacionalismo exacerbado) a través del discurso de personajes clave, lo cual nos permite adentrarnos en un contexto complejo pero muy bien definido. Este punto sobresale gracias a la narración siempre adecuada del autor. Los diálogos son excelentes, y el carácter volátil de Szacki genera discusiones memorables cargadas de cinismo y de incorrección política. 

Un problema que tiene esta novela en particular, y el género en general, es el desarrollo de subtramas intrascendentes. En más de una oportunidad el autor nos cuenta la vida y obra de una serie de personajes que aparecen para resolver determinados aspectos del caso en sí. Al contarnos toda la vida de un personaje pareciera justificar una aparición que de otra forma quedaría descolocada, así el autor nos distrae mientras la trama avanza. Las novelas de misterio de Stieg Larsson y de Camilla Lackberg abusan de este recurso que parece caracterizar a la narrativa policial actual.

El otro gran problema que tiene la novela es, dentro de la trama policial, los aspectos metodológicos de la investigación. El caso es atrapante, pero en la investigación aparecen errores que cometen los propios investigadores que dan vergüenza y que luego al final del tercer acto son detallados por el protagonista mientras repasa los hechos. Resulta inverosímil la forma en que se maneja una escena de crimen y la poca atención que se le da a detalles que cualquier procedimental de tv ya ha naturalizado.

Si bien estas cosas molestan, la novela presenta una buena historia con un protagonista de lujo en un ambiente prácticamente desconocido. En definitiva, es una lectura recomendable que sorprende y que nos permite conocer una cultura alejada a través de un genero que goza de muy buena salud, aunque puede ser trabajado de mejor forma. 


3/5

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