jueves, 15 de septiembre de 2016

Reseña: La chica del tren - Paula Hawkins


-Editorial Planeta
-Traducción: Aleix Montoto
-ISBN: 9789504946403
-493 páginas

"La chica del tren" fue el boom editorial del 2015. En sólo seis meses se vendieron cinco millones de ejemplares en más de 30 países y los derechos de adaptación al cine fueron adquiridos por DreamWorks para llevar a las salas una superproducción que en Argentina se entrena el 17 de noviembre de este año. En el país actualmente la editorial Planeta va por la novena edición y sigue estando, según el grupo ILHSA y el ranking de librería Cúspide, entre los 10 libros más vendidos del año.

Como Bestseller y fenómeno editorial cumple a la hora de vender y vender (con cada nueva edición la editorial se encarga de hacértelo saber), pero como propuesta narrativa es un desastre. Se lee rápido (esto es lo único bueno que tengo para decir), pero no quedan más que dudas sobre el porqué del éxito de esta novela.

"La chica del tren" nos cuenta la historia de Rachel Watson, una mujer divorciada con problemas de alcohol que por trabajo viaja todas las mañanas en tren hasta Londres. Durante el viaje aprovecha una de las paradas para observar a una pareja, tratando de imaginar su vida. Todo cambia una mañana cuando Rachel observa algo extraño y decide investigar.

Si bien la premisa de la historia es interesante, la autora se muestra incompetente a la hora de desarrollarla, pasando por todos y cada uno de los tópicos del thriller en general. Pareciera estar más interesada en vender los derechos que en buscar una voz adecuada para esta historia.

Estructuralmente la novela esta divida en capítulos narrados desde el punto de vista de un personaje particular (Rachel, Anna o Megan). Si bien con esto se busca darle dinamismo a la historia, le juega en contra el hecho de que es muy difícil diferenciar un narrador de otro. Hay quienes dicen que es parte de la intriga que busca generar, pero le resta fluidez a un relato que va y viene en el tiempo justificando todo lo que tiene que ver con el misterio inicial. Ademas, la construcción del personaje principal esta sostenido por un sinfín de problemas que terminan siendo funcionales al desarrollo del caso y a todos y cada uno de los giros que la historia propone (casualmente estaba borracha, casualmente pasaba por ahí, casualmente, casualmente).

La idea de voyeurismo esta presente y podría haber dado mucho juego desde lo narrativo, pero la autora está tan concentrada en plantar pistas falsas y confundir al lector, que termina dejando de lado un punto interesante.Termina enfocándose en subtramas que se alargan más de lo necesario y que se sostienen en tópicos ya vistos hasta el hartazgo en este tipo de propuestas (el papel del ex de Rachel por ejemplo). 

Hawkins, en su opera prima, confunde suspenso con prolongación innecesaria de tiempos, desarrollo con enumeración. Pareciera tener la necesidad de rellenar hojas, lo cual le resta mucho a una historia que por momentos se hace densa y cuyo desenlace, ademas de inverosímil, deja indiferente. 

No me malinterpreten, no estoy en contra de este tipo de historias o de los Bestsellers, pero me molesta la desidia con que algunos autores abordan el género (Fiona Barton por ejemplo). La novela por momentos engancha y parece que el relato se encamina, pero el encanto dura poco y la historia vuelve a caer una y otra vez en los mismos problemas, desdibujando la trama policial y caricaturizando a los pocos personajes que entran en escena. 

Lo bueno de la adaptación cinematográfica es que en menos de dos horas el misterio quedará resuelto, que al final es lo único que puede motivar a alguien a terminar la novela. Pésima historia que inexplicablemente se mantiene entre los más leído de los últimos años. 


1/5

PD: Los paratextos de la edición local son una maravilla


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